Era un "hotel" por llamarlo de alguna manera de mala muerte.

Todo el mundo lo esquivaba, lo evitaba...

El paisaje no era nada grandioso: malas hierbas, hierbajos si se prefiere, un descampado, un campo de futbol deshabitado y roido por el tiempo, poca luz, sobre todo poca luz.... se podía hablar de varias farolas situadas horizontalmente una detras de otra, había una montaña y detrás algunas casas...

Era un paisaje que hacia que hasta la última parte de tu cuerpo se estremeciera...

El hotel estaba desierto, nadie en los pasillos, nadie el en bar, nadie...nada

Sin embargo ese lugar tenía algo de especial, lo descubrí al mirar por la ventana... Es algo completamente irracional, simplemente sales de tí, y pasas a formar parte del paisaje, de los hierbajos, del el campo de futbol, de aquello de lo que todo el mundo huye... de lo desierto, de lo que provoca terror, de lo que hace que toda tu te estremezcas.

Pese a tener las mejillas rojas del frío que hacía, no podía irme de la ventana.

Como a la señora que me parió no estuvo demasiado contenta con el lugar ubimos de irnos guiados por su mala hostia... fue una pena

Era un sitio feo, las paredes era completamente blancas, más bien parecía un horfanato de China...

Sin embargo fue lo más hermoso que ví de todo Cadiz...

Siempre he preferido un hotel, hostal, albergue viejo, cansado, irritable y grande a un lujoso hotel...al final uno se acaba ahogando y consumiendo, inevitablemente...